lunes, 24 de enero de 2011

OpenData: ¿empezamos la segunda fase?

(Aquí teniu el post original escrit en català)

La semana pasada Andrés Nin hablaba de la necesidad de dar el paso del opendata al openservices, o sea, de facilitar la creación de servicios de uso público por parte del sector privado.

De hecho, este es uno de los (muchos) motivos que habitualmente se aportan en el listado de beneficios de cualquier proyecto de apertura de datos públicos: la realización de servicios públicos por parte de empresas privadas.

Soy de los que piensa que hasta ahora nos hemos centrado en la primera fase del movimiento OpenData: la creación de la oferta.

Ahora debemos pasar a la segunda fase: fomento del uso de los servicios OpenData.

En la primera fase se han creado Portales OpenData en muchas administraciones públicas: estatales, regionales, locales... se ha empezado a crear la legislación adecuada, (aquí tenéis un ejemplo en el que aporté mis ideas). También se ha hecho concursos y otros actos para fomentar el uso de estos Portales OpenData y los medios de comunicación ya empiezan a hablar de la filosofía de apertura de datos.

Resumiendo, en esta primera fase se han creado los fundamentos... pero ahora falta que esto sea viable, sostenible.

Es decir, hasta ahora hemos crear oferta... pero, ¡seamos sinceros!, de demanda hay poca, por no decir testimonial: (

¿Qué nos falta?


Nos falta que los anunciados beneficios lleguen realmente a la población, es decir, que sea útil de verdad, útil en la realidad, útil en el día a día.

Y esta es, para mí, la segunda fase: abandonar la fase 'hippie' inicial y entrar en la realidad: si queremos que las iniciativas OpenData tengan éxito estas deben aportar 'mejoras palpables' en la ciudadanía.

Estas mejoras pueden mostrarse de muchas maneras, una de ellas es con la creación de servicios que hagan más cómoda, más sencilla, más ágil la vida de la gente y también más rica, o sea, capaces de generar riqueza.

Seguramente hace falta una 'killer application' que rompa barreras y que provoque tanto eco que llegue a todos, ello provocaría que la ciudadanía se fijara más en el movimiento de apertura y reutilización de los datos públicos y, consecuentemente, que las empresas lo vieran como un mercado interesante para invertir.

Y para mí este es el punto clave: que el sector de la apertura y reutilización de los datos públicos sea rentable económicamente.

Sólo así se conseguirá que la apertura de datos no sea menospreciada por nadie y, además, no dependa tanto de la voluntad (o de la no voluntad) de los dirigentes de cada administración.

Mientras no llegue esta 'killer application' nos tenemos que contentar con un surtido ya bastante importante de aplicaciones, si bién mayoritariamente sólo del ámbito de la visualización de la información abierta.

Son aplicaciones muy interesantes y, en muchos casos, muy aclaratorias pero que no parece que se pueda extraer un negocio con un mínimo futuro, en la mayoría de los casos están creadas por 'frikies' (en el buen sentido de la palabra) como una forma de testeo de este nuevo sector de los datos abiertos.

Soy consciente de que hay otros beneficios que, de entrada, no deberían depender de si los procesos de apertura de datos tienen beneficio económico o no. Estoy hablando de, por ejemplo, el claro beneficio sobre la transparencia que un proceso de apertura de datos aporta.

Pero la realidad es que si no son económicamente atractivos estos procesos OpenData no serán sostenibles y, consecuentemente, a la larga desaparecerán o tendrán una importancia menor.

A continuación os explico brevemente un ejemplo de uso útil hecho a partir de datos públicas abiertas, esto es lo que me refiero cuando hablo de uso real de mejora del día a día de la ciudadanía y, además, con repercusión económica positiva:

Es el caso de una de las heladerías J.P. Licks de Boston, una muy cercana a una estación de autobuses.

Sus propietarios pusieron un letrero luminoso que indicaba el tiempo estimado de espera para que llegara el autobús de cada línea, (esta información la obtenían a partir de los datos abiertos del transporte público de la ciudad).

De esta forma, los clientes podían esperarse tranquilamente dentro de la heladería sin tener que esperar a la intemperie.

Desconozco si esta acción ha hecho aumentar la facturación de la heladería, aunque todo apunta a que seguramente ha sido así.

Si os interesa, aquí tenéis muchos otros ejemplos de servicios relacionados con el uso de datos públicas abiertas.

Otro ejemplo es Euroalert, una de las primeras empresas españolas que conozco que están intentando hacer negocio a partir de los datos públicos, la idea es ofrecer servicios que actualmente las administraciones públicas no están ofertando y, además, que sean lo suficientemente atractivos como para pagarlos.

Un ejemplo es el servicio de alertas de concursos públicos (de cualquier país de la Unión Europea) para PYMES.

Otra manera de ver la rentabilidad económica es mediante la creación de puestos de trabajo.

Hace un par de meses John F. Moore explicaba que el concurso Apps For Californians (ideado para fomentar la creación de servicios nutridos a partir de datos públicos abiertos) logró crear puestos de trabajo gracias a las empresas que se crearon después de este concurso.

Él mismo dejaba claro que aún es prematuro sacar conclusiones, pero al menos es esperanzador conocer este caso.

Resumiendo: es hora de pasar a la realidad, es hora de que se demuestre la enorme potencia que tiene la apertura de datos, especialmente en el ámbito económico... el resto deriva de aquí.


Enlaces relacionados:
  • La imagen inicial de este post la he obtenida de aquí.
  • La segunda imagen (de la heladería de Boston) la he obtenida de aquí.

4 comentarios:

Alorza dijo...

Aunque me siento cercano a tu punto de vista, discrepo en algunos puntos:

- La fase hippie aún debe continuar: somos muy pocas las administraciones con apertura de datos, y las que hemos empezado, sólo hemos liberado una pequeña parte de los datos.

- Es posible defender la política de datos abiertos incluso si no genera negocio. Se puede razonar que los datos públicos deben ser puestos siempre a disposición pública, como principio. La condición es que el coste de liberar datos se mantenga bajo.

- Buena parte de la reutilización vendrá del uso de datos para enriquecer la experiencia de usuario, no directamente para generar negocio. Es el caso de la pastelería que comentas.

Anónimo dijo...

Muchas Marc por mencionar a Euroalert como ejemplo de empresa reutilizadora.

Coincido con Alberto en que la fase "hippie" debe durar más tiempo y además creo que demos intentar que sume adeptos entra las administraciones públicas.

En este momento me parece muy injusto medir la eficacia de las acciones de apertura de datos en función del negocio generado por las empresas. Todavía existen muy pocos POCOS POCOS datos útiles a disposición de la reutilización.

Ójala estuviésemos cerca de esas segunda fase....

RAW DATA NOW!

MarcG dijo...

Alberto, José Luis,

A juzgar por vuestros comentarios (y por alguno más que he recibido vía Twitter) es evidente que no me he explicado bién.

Mi intención era dejar claro que sólo con la fase "hippie" no hay suficiente.

Que se debe pasar a una fase dónde el servicio OpenData sea rendible económicamente, que no dependa de que, por ejemplo, en el Gobierno de Euskadi esté un activista llamado Alberto Ortiz que cree en estos temas.

Es evidente que aún nos queda mucho camino por hacer en la primera fase, pero, los que ya empiezan a tener una primera fase un poco consolidada deben ir pensando en la segunda fase, la primera, por si sola, no genera mejora palpable para el ciudadano, (que en el fondo es de lo que se trata).

En España creo que los únicos que podéis empezar a pensar en este segunda fase sóis precisamente Euskadi, reitero que ello no impide seguir aumentando el volumen de datos abiertos.

Queda mucho (muchísimo) camino por recorrer, per también es cierto que ya hay mucho camino hecho.

Alberto: es cierto que es posible defender la política de datos abiertos incluso si no genera negocio, pero no me negarás que es más difícil hacerlo.

Es que, además, los datos abiertos generarán negocio, con lo que sólo hay que esperar que esté un poco más maduro...

El caso de la pastelería lo encuentro paradigmático: a veces nos obsesionamos con encontrar "grandes" servicios (que no está mal tenerlos). Pero no hay que olvidar los "pequeños" ejemplos, los que solucionan/mejoran problemas del día a día... como este caso de la pastelería.

Además, (no tengo datos), estoy convencido que seguro que aumentó la facturación de la pastelería, como mínimo seguro que la gente prefiere estar dentro de la pastelería que fuera, ¿conviene recordar el tiempo que hace en Boston? :)

José Luis: no es mi intención evaluar el tema OpenData en función del negocio que genera... aún no, tal como dices sería injusto.

Mi intención última del post es dejar claro que no es suficiente "sólo" abrir datos, hay que fomentar que éstos se usen, en caso contrario ésto será una moda pasajera...

Andrés Nin Pérez dijo...

Estoy con Marc en que estamos entrando en una segunda fase. Lo que marca el paso es la entrada en juego del concepto "rentabilidad".

El hecho de que no existan muchos datos posibles (hecho innegable) no es óbice para que no estemos entrando en ella. Lo que sucede es que muchos entrarán ya en la segunda fase (cobrando) saltándose la primera.